En el complejo entramado de una empresa industrial, el mantenimiento juega un papel crucial. Es la columna vertebral que sostiene el buen funcionamiento de las instalaciones, maquinaria y equipos, y directamente influye en el proceso de producción dentro de la fábrica.
El mantenimiento industrial se clasifica de diversas formas, pero entre ellas destaca el mantenimiento predictivo, una estrategia que se fundamenta en la detección temprana de fallos mediante la identificación de patrones de deterioro.
Dentro de los diferentes métodos de mantenimiento, el predictivo destaca como el más beneficioso en el ámbito industrial. Las empresas aspiran a optimizar la gestión del mantenimiento para alcanzar altos niveles de disponibilidad y confiabilidad, mientras minimizan sus costos. Esto se logra mediante una combinación equilibrada de estrategias correctivas, preventivas y predictivas.
Para poder lograr el correcto seguimiento del estado de los equipos y avisar a los técnicos de los próximos fallos, el mantenimiento preventivo debe contar con tres componentes principales:
- Sensores y Dispositivos Conectados: Instalados en las máquinas, estos dispositivos envían datos sobre el estado y rendimiento de las mismas en tiempo real. Gracias a tecnologías del Internet de las Cosas (IoT), se establece una comunicación fluida entre las máquinas y los sistemas de análisis.
- Soluciones de Software y Almacenamiento en la Nube: Permiten la aplicación de la minería de datos, la recopilación y análisis de grandes volúmenes de información mediante aplicaciones de big data.
- Modelos Predictivos: Alimentados con los datos procesados, estos modelos emplean tecnologías de aprendizaje automático para identificar patrones, realizar comparaciones y elaborar predicciones de fallos. Esto facilita la programación del mantenimiento antes de que ocurran los problemas, aumentando así la eficiencia y reduciendo los tiempos de inactividad no planificados.