La Industria 4.0 representa una revolución en la digitalización de los procesos industriales. Esta transformación está marcada por la integración de tecnologías avanzadas como la Internet de las cosas (IoT), la inteligencia artificial, el análisis de datos, la computación en la nube y la realidad aumentada en la fabricación y la gestión de la cadena de suministro.
La digitalización facilita la personalización de productos a gran escala, ya que las empresas pueden recopilar y analizar datos en tiempo real para adaptar la producción según las preferencias individuales de los clientes.
Esta industria supondrá una fuente de competitividad y ofrece capacidad adaptable en base a la demanda, aportar un servicio post venta uno a uno con el cliente, crear series de producción más cortas y rentables.
La sostenibilidad energética se ha convertido en una tendencia crucial en la industria. La adopción de prácticas y tecnologías que reducen la huella ambiental no solo garantiza el cumplimiento de regulaciones, sino que también responde a las demandas de un mercado global cada vez más consciente.
Esto también implica adoptar tecnologías innovadoras, optimizar procesos e implementar sistemas inteligentes para reducir el desperdicio de energía.
Más allá de los beneficios medioambientales, la eficiencia energética ofrece varios beneficios convincentes como, una mejor reputación para atraer clientes conscientes del medio ambiente, ser más competitivo en el mercado ya que al tener en práctica esta sostenibilidad genera más confianza para los consumidores.
Como tercera tendencia tenemos a las cadenas de suministro las cuales se vieron afectadas en la pandemia. Se tuvo que hacer una innovación y las industrias han ido adaptándose; hay quienes optaron por realizar tendencias nuevas como el nearshoring o quienes prefieren mantener a sus mismos proveedores extranjeros pero exigiendo un incremento del insumo para no verse afectado cuando exista una controversia en la oferta.
La mejor opción depende de las circunstancias y la tolerancia al riesgo de cada país.
Es fundamental mantenerse al tanto de las tendencias globales y adoptar estrategias que nos permitan mantenernos competitivos en la industria para posicionarnos en un escenario global.